Extracción dental: ¿Qué es y qué tipos hay?

La exodoncia, conocida comúnmente como extracción dental (muelas, colmillos, dientes…) conlleva la pérdida definitiva e irreversible del diente. Secundariamente, el hueso donde se anclaba el diente extraído va perdiendo altura y anchura. Esta pérdida es muy rápida en los tres primeros meses, pero prosigue durante toda la vida siempre y cuando el hueso no se vea estimulado, en el mejor de los casos, a través de un implante dental puesto que es el sustituto más parecido a la raíz dentaria.

La prioridad siempre es preservar las piezas dentales originales y lo podemos conseguir gracias a las técnicas de odontología conservadora. La exodoncia siempre será la última opción.

No obstante, existen varios supuestos que hacen inviable salvar una pieza dental. Los más habituales son los accidentes traumáticos o las enfermedades orales que se encuentran en un estado desfavorable y avanzado. La presencia de terceros molares (muelas del juicio) mal posicionados, que generan dolor, infecciones o movilidad en las piezas dentales anexas, son otras de las circunstancias que precisarán de una extracción dentaria.

La extracción dentaria suele ser una operación sencilla en la mayoría de las ocasiones, aunque no podemos olvidar que pueden surgir complicaciones inesperadas.

¿Qué es una extracción dental o exodoncia? 

Se le llama exodoncia o extracción dentaria al procedimiento quirúrgico mediante el cual es extraído un diente del hueso alveolar maxilar y/o mandibular. 

La intervención se realiza bajo anestesia local y mediante una técnica sencilla y precisa, que no suele conllevar complicaciones, salvo la hemorragia posterior y dolor quirúrgico, además de la posibilidad de que se presente una infección.  Aunque en la actualidad estas complicaciones se producen con escasa frecuencia. 

Causas que llevan a hacerte una extracción dental

A pesar de los esfuerzos preventivos, la extracción dental sigue siendo un procedimiento común en la práctica odontológica.

Las grandes caries y la enfermedad periodontal son las causas más frecuentes de extracción.

A continuación, se exponen otras causas que pueden derivar en una extracción dental:

  1. En algunas ocasiones se extraen dientes sanos, buscando mejorar la masticación o para prevenir o corregir una maloclusión. Es decir, en tratamientos de apiñamiento y previo a una ortodoncia puede ser necesario la extracción terapéutica de un diente sano para conseguir espacio y corregir la maloclusión.
  2. Otra causa sería cuando la posición de esta pieza dental causa molestias o dolor intenso y, además, afecta de manera negativa a la correcta colocación de otros dientes.
  3. Cuando el impacto de una caries ha afectado al diente de manera significativa.
  4. En algunos casos puede producirse la extracción de una o varias piezas dentales como consecuencia de un diagnóstico de periodontitis avanzada y gran movilidad.
  5. Otro motivo de extracción serían los dientes rotos, fracturados, profundamente cariados que no se pueden reconstruir.
  6. En dientes con quistes y granulomas grandes que no reaccionaron positivamente al tratamiento endodóntico.
  7. Dientes mal posicionados o desplazados de su posición correcta en la arcada dental, que no pueden enderezarse con técnicas de ortodoncia.
  8. Los dientes incluidos también son conocidos como retenidos o impactados. Hace referencia a aquellos dientes que, a pesar de haberse formado totalmente, no han llegado a erupcionar en la boca, o lo han hecho parcialmente, y permanecen por tanto dentro del hueso maxilar parcial o completamente. 
  9. Una infección supurativa que afecta a uno o varios dientes.

Pasos y procedimientos de una exodoncia

Se debe diferenciar dos tipos de exodoncia: la simple y la quirúrgica. En ambos procedimientos se emplea el mismo tipo de anestesia local que permite una difusión profunda a diente, hueso y encía para evitar el dolor y que además tiene un tiempo medio estimado de 90-120 minutos.

Para la exodoncia quirúrgica, primero se realiza una incisión sobre la encía para obtener un acceso y visión directa al diente a extraer. A veces se necesita una ostectomía para retirar una pequeña zona del hueso maxilar o una odontosección, que consiste en una fractura intencionada de una muela para facilitar su extracción. A continuación, se desinfecta el alvéolo y se procede a la sutura de la encía para mejorar la cicatrización y prevenir la infección.

¿Cuánto tarda en sanar una extracción dental?

Después de una extracción dental quirúrgica (diente incluído, muela del juicio malposicionada…) el tiempo de cicatrización completo ronda los 10-14 días, siendo los 2-3 primeros días los que cursan con mayores molestias e inflamación.

Un caso de extracción dental sencilla puede incluso apenas presentar molestias, y su tiempo medio de cicatrización ronda los 7 días.

¿Qué hacer y que no debo hacer después de una extracción dental?

Después de una extracción dental es recomendable:

  • Mantener la gasa estéril mordiendo durante 1 hora aproximadamente.
  • Mantener la cabeza elevada las primeras horas, evitando acostarse; si debe dormir, apoye la cabeza sobre dos almohadas.
  • No hacer ningún esfuerzo intenso y físico durante las próximas 48 horas.
  • No se debe hacer enjuagues durante las primeras 48 horas después de la intervención para evitar sangrados o hemorragias.
  • Colocar compresas frías las primeras 24 horas alternando por períodos cortos de tiempo en la zona indicada por el profesional. Nunca apliques calor en la zona afectada.
  • No hacer aspiraciones bruscas de aire como fumar o beber en pajita durante las siguientes 48 horas.
  • No beber alcohol.
  • No ingerir aspirina para evitar hemorragias.
  • Ingerir alimentos blandos y fríos los 2 primeros días.
  • No escupir.
  • Mantener una buena higiene alrededor de la zona intervenida es fundamental desde el primer día. 
  • Mantén siempre la herida limpia.
  • Consultar con el odontólogo en caso de complicaciones.
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